lunes, 22 de septiembre de 2008


Otra noche por delante y demasiadas por detrás
confesándole a mi almohada que nadie me ve llorar.
Cuando llegan las estrellas temo que mi sensatez subestime a mi manía
de querer volverte a ver. Y una vez duerma mi cabeza
tomará el mando el corazón Soñaré que tu me despiertas
que aú vive tu apuesta por nosotros dos.

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