viernes, 26 de septiembre de 2008


Justo en el momento en que la resignación Consumía cada día mi ilusión. Apareces tú y me das la mano Y sin mirarme te acercas a mi lado. Y despacito me dices susurrando que escuche tu voz. Adelante por los sueños que aún nos quedan Adelante por aquellos que están por venir. Adelante porque no importa la meta El destino es la promesa de seguir.

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